A medida que China y América Latina continúan forjando conexiones económicas y culturales más sólidas, 2025 se destaca como un año marcado por hitos significativos y una mayor colaboración. Con China desempeñando un papel central en el compromiso internacional de Asia, América Latina está evolucionando más allá de un socio comercial tradicional para convertirse en un colaborador clave en áreas como la sostenibilidad, la innovación y el intercambio cultural. Esta relación cada vez más profunda y multifacética está contribuyendo activamente a una economía mundial más interconectada y cooperativa.
Profundización de las asociaciones comerciales
Un marcador significativo de esta relación en evolución es el vigésimo aniversario del primer acuerdo de libre comercio entre China y una nación latinoamericana en 2025. Este acuerdo fundacional se firmó con Chile en 2005, iniciando una expansión sustancial en el comercio bilateral tanto en alcance como en volumen.
En la actualidad, China es el segundo socio comercial de América Latina, con un sólido crecimiento del comercio bilateral total, alcanzando los 518.470 millones de dólares en 2024, lo que supone un aumento interanual del 1,1%. Esta relación económica está respaldada por fuertes complementariedades: América Latina proporciona productos agrícolas esenciales, minerales críticos y materias primas energéticas que satisfacen las demandas industriales de Asia, mientras que las economías asiáticas, en particular China, suministran productos electrónicos, equipos industriales y bienes de consumo a los mercados en expansión de América Latina.
Los acontecimientos recientes ponen de relieve este impulso continuo. En 2024, el comercio entre China y Perú alcanzó los 43.360 millones de dólares, lo que supone un notable aumento de siete veces desde que su Tratado de Libre Comercio entró en vigor en 2010. Del mismo modo, en 2024, el comercio bilateral entre China y Chile alcanzó aproximadamente los USD 61.66 mil millones, reafirmando la posición de China como el mayor socio comercial de Chile, lo que refleja la profundización de los lazos económicos entre las dos naciones, con China importando importantes volúmenes de cobre, litio, frutas y vino de Chile.
Inversión y Cooperación Financiera
Los flujos de inversión también están aumentando en infraestructura y activos estratégicos clave, lo que subraya el compromiso económico a largo plazo entre ambas regiones. Un ejemplo notable es el Puerto de Chancay en Perú, un megaproyecto desarrollado por COSCO Shipping Ports, con una inversión total de USD 3.5 mil millones. La primera fase, valorada en 1.300 millones de dólares, se inauguró en noviembre de 2024. Este puerto reducirá significativamente el tiempo de transporte marítimo entre China y Perú a solo 23 días, reduciendo los costos logísticos en más del 20% y creando más de 8,000 empleos directos en Perú. Posiciona al Perú como una puerta de entrada crucial para el comercio transpacífico.
Hong Kong, como centro financiero internacional clave, desempeña un papel central en la facilitación de los flujos de inversión. En 2021, Hong Kong y México firmaron un acuerdo bilateral de promoción y protección de inversiones, lo que estimuló nuevas entradas de capital en estados mexicanos como Veracruz, Guanajuato y Yucatán. Estas inversiones abarcan los sectores de logística, turismo y manufactura.
Se está generando un nuevo impulso a través de los marcos jurídicos relacionados con el comercio. El Tratado de Libre Comercio entre Hong Kong y Chile actualizado (en vigor en abril de 2023) y el Tratado de Libre Comercio entre Hong Kong y Perú (firmado en noviembre de 2024) incluyen disposiciones más amplias en materia de servicios, cooperación jurídica y acceso a los mercados, lo que facilita una mayor participación de las empresas.
Más recientemente, en el Foro China-CELAC celebrado en Pekín en mayo de 2025, China anunció que proporcionaría cerca de 10.000 millones de dólares estadounidenses en líneas de crédito denominadas en yuanes a países de América Latina y el Caribe. La iniciativa tiene como objetivo fortalecer la cooperación regional a través del financiamiento para el desarrollo, la inversión en infraestructura y una mayor integración comercial, al tiempo que promueve la internacionalización del renminbi (RMB).
En este contexto más amplio de profundización de los lazos financieros, Hong Kong desempeña un papel fundamental como principal centro offshore del RMB. Su infraestructura financiera permite transacciones transfronterizas fluidas, captación de capital y apoyo regulatorio para empresas que operan entre Asia y América Latina. Si bien las OPI latinoamericanas en la HKEX siguen siendo limitadas, el ecosistema legal y financiero de Hong Kong proporciona servicios vitales de suscripción, arbitraje y cumplimiento, convirtiéndolo en un conducto estratégico para la inversión en el exterior.
A nivel subnacional, ciudades chinas como Guangzhou están fortaleciendo la diplomacia empresarial. Dos acontecimientos clave ilustran esta tendencia:
- El 7 de marzo de 2025, se celebró la «Conferencia de Promoción de Inversiones de América Latina – El Mundo se Encuentra con GZ» en el Centro de Cooperación Internacional de Guangzhou (GICC). Con el apoyo de 11 consulados e instituciones latinoamericanas como CW CPA, el evento sirvió como plataforma estratégica para el diálogo entre gobiernos locales y el establecimiento de contactos del sector privado, impulsando la inversión y la cooperación industrial.
- El 28 de abril de 2025, el «Foro Empresarial Uruguay» organizado por GICC reunió a más de 120 participantes de China y Uruguay para intercambios de políticas, presentaciones temáticas y sesiones B2B. Esto refleja el creciente uso de la diplomacia de la ciudad para fortalecer las relaciones comerciales internacionales.
En un esfuerzo adicional por fortalecer las plataformas bilaterales, el distrito de Yangpu de Shanghái y Apex-Brasil, la agencia oficial de promoción de comercio e inversión de Brasil, firmaron un memorando de cooperación el 5 de junio de 2024 para establecer el primer Centro de Brasil en Asia. Esta iniciativa, anunciada durante el Seminario Empresarial China-Brasil en Beijing, tiene como objetivo promover la colaboración en el desarrollo verde, la agricultura sostenible, la bioeconomía y la innovación digital. El Centro de Brasil servirá como un centro para que las empresas chinas y brasileñas participen en actividades de entrada al mercado, intercambio de tecnología y desarrollo empresarial. Esta asociación subnacional subraya el papel de los gobiernos locales en el impulso de lazos económicos más profundos y diversificados entre China y América Latina.
Crecimiento compartido en industrias sostenibles
Más allá de los sectores tradicionales, la inversión entre China y América Latina se está expandiendo hacia áreas estratégicas de alto impacto. A medida que ambas regiones priorizan el desarrollo sostenible, la colaboración se está acelerando en energía limpia, infraestructura verde y tecnología ambiental. Estos esfuerzos ya no son aspiracionales, sino que se están realizando a través de importantes proyectos sobre el terreno.
En Brasil, la Corporación Estatal de Inversión en Energía de China (SPIC) está profundizando su presencia en el sector de las energías renovables. En 2023, SPIC adquirió una participación del 70% en dos importantes proyectos solares greenfield: Panati-Sitiá (292 MWp) en Ceará y Marangatu (446 MWp) en Piauí. A finales de año, Panati-Sitiá había comenzado la energización y estaba conectada al Sistema Interconectado Nacional (SIN) de Brasil. Marangatu recibió su licencia ambiental y se encuentra en la fase final de aprobación regulatoria. Estos hitos subrayan cómo las empresas chinas se están alineando con el potencial solar de Brasil para ofrecer soluciones de energía limpia a largo plazo.
En la vital industria del litio, Chile, que alberga más del 33% de las reservas mundiales, se ha convertido en un proveedor clave para las ambiciones de movilidad eléctrica de China. Tianqi Lithium, uno de los principales productores de China, tiene una participación importante en SQM, el principal exportador de litio de Chile. Esta posición estratégica fortalece el acceso de China a materiales esenciales para baterías para su sector de vehículos eléctricos (EV) de rápido crecimiento.
Al mismo tiempo, el «Valle del Litio» de Brasil, en Minas Gerais, está atrayendo una nueva atención. A finales de 2023, el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD se aseguró los derechos mineros en la región, un paso fundamental para construir una cadena de suministro integrada verticalmente. BYD ahora está desarrollando una planta de procesamiento de litio y un centro de producción de baterías, apoyando su expansión global de vehículos eléctricos desde una base en América Latina.
Uruguay también se está convirtiendo en un socio de energía limpia. Según su Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde, el país aspira a convertirse en un importante exportador de hidrógeno verde para 2030. Las empresas chinas han comenzado a asociarse en proyectos piloto para aprovechar el vasto potencial eólico y solar de Uruguay. Dado que el gobierno tiene como objetivo alcanzar entre 1 y 2 GW de capacidad de electrólisis, estos esfuerzos posicionan a Uruguay y a sus socios chinos como actores clave en la economía del hidrógeno.
En conjunto, estos proyectos ilustran un cambio más amplio: China y América Latina están construyendo una nueva cadena de valor verde, desde las materias primas hasta la generación renovable y la fabricación avanzada. Su cooperación no es solo estratégica, sino transformadora.
Intercambio cultural y profesional
La asociación estratégica entre China y América Latina se extiende más allá de los indicadores económicos para abarcar crecientes intercambios culturales, educativos y sociales. Estas iniciativas están fomentando una comprensión y un aprecio más profundos entre las regiones, sentando una base sólida para la colaboración a largo plazo.
Una plataforma clave es la iniciativa «Descubre la belleza de China», lanzada en 2021, que ha dado la bienvenida a más de 400 diplomáticos extranjeros para realizar giras inmersivas por China. En septiembre de 2024, el programa contó con un evento destacado: el Partido Internacional de la Amistad «Village Super League» (村超) en Guizhou. Diplomáticos de América Latina y el Caribe, entre ellos el embajador argentino Sabino Vaca Narvaja, participaron en un partido de fútbol con equipos locales y elogiaron el evento como «un puente de amistad» que une comunidades y culturas a través del deporte y la hospitalidad.
En noviembre de 2024 se celebró en Lima, Perú, el Foro sobre el Diálogo entre las Civilizaciones de China y América Latina y el Caribe. El foro exploró temas como el patrimonio indígena, el pluralismo cultural y el intercambio de civilizaciones, reuniendo a artistas, académicos y responsables políticos de ambas regiones. Reforzó la idea de que la relación bilateral se extiende más allá del comercio y se extiende hacia el ámbito de la identidad compartida y el respeto mutuo.
En un paso significativo para profundizar la conectividad entre los pueblos, China anunció la entrada sin visado para ciudadanos de cinco países latinoamericanos durante el Foro China-CELAC en mayo de 2025. Se espera que esta política facilite un mayor turismo, intercambio académico y viajes de negocios, fortaleciendo aún más los lazos interpersonales entre las regiones. A medida que los viajes se vuelven más accesibles, es probable que florezcan los festivales culturales, los programas educativos y las visitas bilaterales, apoyando una asociación China-América Latina más integrada y centrada en las personas.
A nivel nacional, países como Argentina están profundizando el turismo y la divulgación cultural al público chino. Las iniciativas recientes incluyen la expansión de los servicios de hospitalidad en mandarín, el aumento de la señalización china en destinos clave y el desarrollo conjunto de ofertas turísticas temáticas para viajeros chinos. Desde las impresionantes Cataratas del Iguazú hasta las costas azotadas por el viento de la Patagonia y la ciudad de entrada al sur de Ushuaia, Argentina se está posicionando como un destino distintivo para viajes inmersivos basados en experiencias. Las universidades latinoamericanas están lanzando nuevos programas académicos, como la primera Maestría en Política China de Argentina, mientras que más de 47 Institutos Confucio y 6 Aulas Confucio en toda la región continúan desempeñando un papel fundamental en la educación cultural y el compromiso académico.
En Hong Kong, el intercambio cultural con América Latina también está cobrando impulso. Un ejemplo notable es el próximo festival cultural «Extravaganza – When Brazil Meets Hong Kong«, programado para junio de 2025. Organizado en AIA Vitality Park, el evento contará con música, danza, artes visuales y experiencias culinarias brasileñas, creando un espacio vibrante para la diplomacia pública Sur-Sur. Se espera que promueva no solo la apreciación cultural, sino también las oportunidades intersectoriales en el turismo y la economía creativa.
Estos acontecimientos reflejan un cambio fundamental: la relación entre China y América Latina se define cada vez más por la asociación intelectual y cultural. A través de la educación, el turismo, la investigación académica y la diplomacia centrada en las personas, las dos regiones están tejiendo una red multidimensional de entendimiento y futuro compartido.
Conclusión: una asociación estratégica para el futuro
A medida que China y América Latina entran en un nuevo capítulo de compromiso, ya se han sentado las bases para el crecimiento mutuo, la innovación y el enriquecimiento cultural. Desde los acuerdos de libre comercio y las inversiones en energía verde hasta los vibrantes intercambios artísticos, las dos regiones ya no son actores distantes; Son socios cada vez más interconectados.
Para las empresas de Hong Kong, el Gran Área de la Bahía y toda Asia, América Latina presenta no solo un mercado, sino una frontera colaborativa rica en recursos, creatividad y alineación estratégica. Del mismo modo, las partes interesadas latinoamericanas están encontrando nuevos caminos para escalar y diversificarse a través del capital, la tecnología y la experiencia asiática.
En CW CPA, creemos que esta relación definirá muchas de las historias de éxito de la próxima década. Ahora es el momento para que las empresas miren hacia el oeste —hacia América Latina— no como una oportunidad distante, sino como una extensión estratégica de la creciente huella global de Asia.